Fíjate en cuantas pantallas y programas tienes abiertos, lo más probable es que sean más de cinco. Esto es una muestra de cómo la tecnología se está convirtiendo en una parte de nuestras vidas, las nuevas generaciones nacen acostumbradas a la multitarea, nosotros nos estamos acostumbrando a la fuerza esta nueva era acuñada como la era de las pantallas. Por desgracia, esto puede tener graves consecuencias para nuestro sistema nervioso.
Esta claro que la tecnología ha cambiado la forma en la que consumimos la información, el número de adultos que están en la Red se ha incrementado desde el boom de Internet en el año 1995 un 78%. Y en 50 años hemos pasado de consumir 5 horas en tecnología a consumir ¡12 horas!.
Casi el 90% del tiempo que estamos conectados lo hacemos desde nuestros smartphones, el 50% desde nuestros ordenadores, pasan del 40% reproductores de MP3 y consolas de videojuegos y llegan al 20% tabletas y lectores digitales. El usuario común navega en una media de 40 páginas web al día y cambia de tarea una vez cada dos minutos.
¿Qué es la multitarea?
No importa lo buenas que sean nuestras intenciones, pero lo que está claro es que no podemos realizar múltiples tareas a la vez, el cerebro no está preparado para ello –por lo menos todavía-. Algunos estudios nos explican por qué el cerebro humano sólo puede realizar y manejar con precisión dos tareas a la vez:
Cuando el cerebro se enfrenta a dos tareas al mismo tiempo, la corteza prefrontal se divide en dos, por lo que cada una de estas partes sólo puede concentrarse en una tarea concreta, aunque la mayor parte de los lóbulos frontales permite cambios entre las dos tareas. Pero cuando una tercera tarea entra en juego es demasiado para el cerebro y en consecuencia, la precisión disminuye considerablemente.
Consecuencias para nuestra salud
La multitarea tiene un peaje muy caro en nuestro cerebro. Algunos neurocientíficos creen que nuestros cerebros no están diseñados para manejar tal cantidad de información que actualmente tenemos a nuestro alcance a través de la Red. El nivel de atención de nuestro de cerebro tiene un límite y cuando se sobrecarga de información puede desencadenar una reacción de “lucha o huida”. Esta sobrecarga hace que el cerebro se sienta amenazado y se cierren ciertas regiones que se ocupan de la empatía.
Las nuevas tecnologías y las distracciones pueden cablear el cerebro, hasta afectar a nuestra forma de pensar y en consecuencia a nuestro comportamiento. En lugar de concentrarse en una tarea, el cerebro quiere cambiar siempre a otra cosa debido al flujo constante de nueva información que recibe a través de las multitareas, probablemente es el resultado del deseo del cerebro a reaccionar ante las oportunidades y las amenazas más inmediatas y en consecuencia, cada vez que cambiamos a la siguiente tarea, el cerebro libera un chorro de dopamina. Además, los estudios neurológicos también han demostrado que el uso excesivo de Internet puede llevar a la atrofia de la materia gris del cerebro. Esto puede afectar directamente a la concentración, a la memoria y a la capacidad de tomar decisiones